En cuanto a libros se refiere, ¡qué buen mes ha sido julio! Y no por la cantidad de ellos que he leído, sino porque la mayoría me han gustado mucho.
En total, he leído diez:
- Manolito Gafotas, de Elvira Lindo
- El secreto de Xein, de Laura Gallego
- El sutil arte de que (casi todo) te importe una mierda, de Mark Manson
- La dependienta, de Sayaka Murata
- Franco, de Kim Holden
- Eleanor Oliphant está perfectamente bien, de Gail Honeyman
- ¿Y si fuéramos nosotros?, de Becky Albertalli y Adam Silvera
- El príncipe Eosh, de Carlos del Río
- Prohibido creer en historias de amor, de Javier Ruescas
- La mujer en la ventana, de A. J. Finn
Así que, sí, la entrada va a ser larga (yo aviso).
Manolito Gafotas, de Elvira Lindo ★★★★✩
Me leí este primer libro de pequeña y guardaba muy buen recuerdo ¡y no me extraña!
Manolito es divertido y la autora consigue, desde la primera página, que te creas que existen tanto él como su «universo». Logra, a la perfección, captar la voz de un crío de 8 años.
Recomendadísimo, sobre todo, para niños a partir de 10-12 años. Se lo van a pasar de maravilla con Manolito, el abuelo, el Imbécil, el Orejones y todos los que le rodean.
El secreto de Xein, de Laura Gallego ★★★★✩
Me ha encantado volver a encontrarme con Axlin y Xein y conocer a Dex, Rox, Yarlax, etc. Qué ganas tenía de volver a la Ciudadela.
Es cierto que el libro avanza y no tenía muy claro cuál era su trama, hacia dónde se dirigían los personajes o qué buscaban. Pero, poco a poco, coge forma y, sobre todo, entretiene un montón. Y todavía me encanta y asombra el mundo de monstruos que ha creado la autora. Me alucina cada detalle que introduce y que le da realismo a todo ese universo.
También me ha resultado una grata sorpresa encontrar, por fin, a una pareja gay en las aventuras de Axlin y Xein. La falta de representación LGTB estaba siendo una de las pegas a la saga, así que me ha encantado el detalle. Ojalá más personajes del colectivo, más protagonistas, más representación.
El sutil arte de que (casi todo) te importe una mierda, de Mark Manson ★★★★✩
Me han gustado mucho las ideas que expone, sobre todo en la primera mitad del libro. Se acercan bastante a las de la terapia de aceptación y compromiso que sigo (me lo recomendó mi propia psicóloga) y, por tanto, me han servido como recordatorio. Vamos, que he puesto muchos pósits y que es un libro para tener a mano y releer de vez en cuando.
Además, el autor explica cada idea de manera clara y fácil de seguir, muy para todo el mundo, con ejemplos y explicaciones amenas.
El siguiente paso es empezar a llevarlas a cabo.
La dependienta, de Sayaka Murata ★★✩✩✩
Ni siquiera puedo decir que fue una decepción como tal, porque tampoco tenía muchas expectativas puestas en esta lectura.
Pero no me gustó, no. Partía de una idea con la que me sentía identificada, pero la manera de desarrollarla no me convenció en absoluto.
No voy a volver a dar la turra sobre la novela, que ya lo hice hace unas semanas en esta entrada.
Franco, de Kim Holden ★★★★✩
Ay, lo he devorado.
Qué alegría volver a encontrarme con Gus, mi personaje favorito de la trilogía, y saber más sobre Franco (hola, ya te quiero a ti también) y conocer a Gemma y ser testigo de su relación. La dinámica entre ellos dos me ha ENCANTADO, con sus respuestas ingeniosas y sarcásticas y divertidas y su tonteo y su conexión desde el primer momento. No quiero olvidarme de mencionar la dinámica entre Franco y Gus porque también me ha flipado; sin duda, su amistad se convierte en una de mis favoritas.
La autora escribe muy muy bien, con mucha naturalidad y realismo, y crea una historia entretenida y amable y a la vez algo cruda y real, y ¡los personajes son de 10! Así que, sí, trilogía RECOMENDADÍSIMA.
Eleanor Oliphant está perfectamente bien, de Gail Honeyman ★★★★★
Qué maravilla de libro ❤️ (Sí, me ha gustado tanto que me permito hasta poner emojis).
Es una de esas novelas que no quieres que termine. Ha sido un pensamiento constante: «Ojalá el libro tuviese 400 páginas más, 500, 600…». No quería dejar a Eleanor, una treintañera con muchas excentricidades, escasas habilidades sociales y un montón de traumas que, entre líneas, vas adivinando.
Poquito a poco, según la trama avanza y conoces a Eleanor, le coges cariño hasta que te encuentras a media novela queriéndola a tope y con el sentido de protección por ella activado al máximo.
Pero no solo coges cariño a Eleanor, también a Raymond (y a su madre). La relación de amistad con él me ha parecido una maravilla: está bien construida y bien llevada, ves su evolución lentamente y de manera muy realista.
La historia es, por una parte, amable y tierna, de esas que te sacan una pequeña sonrisa, pero también cruda y real: no solo por las experiencias traumáticas de Eleanor, sino por la crueldad con que la tratan algunas personas.
También me ha encantado la manera de escribir de la autora: es capaz de transmitir a la perfección el hilo de pensamientos y los sentimientos de Eleanor; de describir la escena hasta trasladarte a ese lugar. La «voz» de Eleanor está muy muy lograda.
Lo terminé hace unos días y ya quiero releerlo.
Una frase: «A la gente no le gusta pero no puede evitarlo. Si alguien te pregunta cómo estás, en teoría tienes que decir sin más «bien». No esperan que digas que anoche te quedaste dormida llorando porque llevabas dos días seguidos sin hablar con otra persona. «Bien» es lo que se espera de ti».
¿Y si fuéramos nosotros?, de Becky Albertalli y Adam Silvera ★★✩✩✩
A mí es que me pones un instalove delante y me sale el tic en el ojo y me empiezan a rechinar los dientes.
Pero, bueeeno, vale.
Lo que pasa es que después tenemos a Arthur, que me ha resultado un poquito insoportable, y me lo ponía más difícil para *intentar* tragar (y compensar) con eso del amor a primera vista. Y después tenemos cada una de las 576 veces que él y Ben se enfadaban por chorradas, hasta resultar ridículo, y me lo ponían otro poco más difícil. Y después tenemos el hecho en sí de que la historia transcurra en tan solo un mes y… bah.
¿Y el final? Me encantan los realistas, pero, mira, un final realista en una historia así, a la que solo le faltaba que lloviesen piruletas y los unicornios galopasen por las calles de Nueva York, no encaja demasiado. En absoluto. Ni siquiera tiene coherencia con el amor que nos intentaban vender (¡que me devuelvan el dinero!) durante toda la historia.
De toda la novela me quedo, sin duda, con el personaje de Dylan. (Que, por cierto, desde el primer momento me lo imaginé como Dylan O’Brien porque su personalidad me recordaba una barbaridad a la de Stiles Stilinski). Sus comentarios y su amistad con Ben son, de lejos, lo mejor del libro.
Y, bueno, también es entretenido, ágil y tiene un montón de referencias culturales, así que está bien para pasar el rato. Eso se lo concedo.
Una frase: «Dylan observa a Samantha como si ella estuviera resplandeciendo, y yo me pregunto cuándo dejé de resplandecer para Hudson. Si alguna vez en verdad lo hice».
El príncipe Eosh, de Carlos del Río ★★★★✩
Quiero pararme a escribir una reseña más larga, así que no entraré en muchos detalles.
Así en resumen (y para no adelantarme a la entrada que quiero hacer aparte) El príncipe Eosh es una historia sumamente entretenida, muy bien escrita, con toques divertidos y mágicos, amor, oráculos, traiciones, guerras y un personaje protagonista al que enseguida coges cariño.
Una frase: «Esos libros eran maravillosos, pero la vida estaba para vivirla, no para leerla».
Prohibido creer en historias de amor, de Javier Ruescas ★★★✩✩
Me ha tenido muy entretenida y se lee fácil y rápido; antes de darte cuenta ya te lo has merendado.
Tiene cosas, además, que me han parecido guais y originales, como la forma de ganarse la vida de la familia de la prota (son youtubers famosos), la manera en la que Cali conoce a Héctor o todo lo relacionado con el cine abandonado.
Pero también tiene otras cosas que me han chirriado un poquito, como la intensidad de las conversaciones de chavales de 17 años, que no me han parecido, para nada, realistas, o la cantidad de tramas y subtramas que se resuelven con accidentes y casualidades (¡magia!).
Aun así, el libro está muy muy bien escrito y elaborado; se nota que Ruescas lleva a sus espaldas unas cuantas novelas
Una frase: «Seguro que Tesa sabría la manera. Estas cosas se le dan mucho mejor que a mí. El enfrentarse al mundo y a las circunstancias, quiero decir. Yo soy más de aguardar en las trincheras, de dejar el trabajo de campo para otros. Prefiero mantenerme en la sombra, a resguardo, y dejar a otros que peleen por mí. No es cobardía, es un método de defensa tan útil como cualquier otro».
La mujer en la ventana, de A. J. Finn ★★★✩✩
Algunas de las cosas que ocurren son bastaaante predecibles, pero todo ello lo compensan la manera de narrar de la autora, que me ha fascinado, y la protagonista de la historia. Su voz inunda el libro de principio a fin y nos cuenta su periplo día tras día. Es ingeniosa, tiene un sentido del humor peculiar y es fácil notarla cercana a ti.
Una frase: «»La definición de la locura, Fox —solía recordarme Wesley, parafraseando a Einstein— es hacer lo mismo una y otra vez esperando obtener un resultado distinto». Así que deja de pensar y empieza a actuar».
Cintia Fernández 