5 libros para llorar a mares

Todos tenemos días o semanas o épocas reguleras en las que necesitamos hacernos un ovillito y escuchar una playlist de canciones tristes. O ver un dramón de peli. O leer un libro con el que sabemos que vamos a llorar. A veces ni siquiera estamos mal, pero nos apetece algo muy dramático. Como meter el dedo en una herida que a veces ni tienes.

El caso es que si lo que buscas es llorar, chica, aquí te traigo yo cinco libros (¡de mis favoritos!) de géneros diferentes con los que te vas a hartar. Igual cuando los termines te tienes que arrancar el corazón, pero esa ya es otra historia.

Como leí en Twitter:

Me, recommending a book: This book DESTROYED ME. This book RIPPED MY VERY BEING APART. I read the end sobbing in a fetal position on the floor and I didn’t move for three hours. Please, read it. HIGHLY RECOMMEND IT.

Este es un libro en el que pienso mucho, que menciono a menudo, pero que me cuesta recomendar. Porque la historia de Jude es una historia muy muy MUY dura, injusta, perturbadora y brutal, y debería llevar un trigger warning en la portada más grande que mi cabeza, pero… pero cuando te pones a leer y conoces precisamente a Jude, y también a Willem, Malcom, Harold y compañía, te das cuenta de dónde reside la maravilla de Tan poca vida: en sus personajes y en la relación que establecen entre ellos y en la manera tan increíble y preciosa en la que la autora lo narra. Personajes de esos que traspasan el papel y quieres abrazar y se hacen memorables. Sin duda, esta novela me va a acompañar siempre.

Louisa, la prota, conoce a Will cuando esta comienza a cuidarlo en casa, ya que él es tetrapléjico. Con esta primera frase, así, sin más, ya sabes que la historia no va a ser un camino de rosas. Y, aun así, la autora desarrolla una relación fantástica, emotiva y muy divertida entre ellos, con ese tira y afloja, esas pullas, que desembocan en lo inevitable: el amor. La historia te calienta el corazón y también te lo pisotea, pero la dinámica entre ellos es excelente. Hay peli protagonizada por Emilia Clarke y Sam Clafin, que está bien, pero, como en la mayoría de los casos, el libro es infinitamente mejor.

Más que recomendar este libro, recomiendo la trilogía entera. Los tres son increíbles, yo me los leí del tirón porque el primero, desde las páginas iniciales, me agarró del cuello y no me soltó hasta el final. Para lo guay que me pareció, poco se habla de esta saga. Hay magia muy realista, diferentes escenarios por Europa, un personaje bisexual y una relación de amor de esas que se convierten en favoritas. Además, la autora escribe de manera envidiable y algunos capítulos están narrados en segunda persona (con lo difícil que es que quede bien). Netflix hizo una adaptación de ocho capítulos en 2022 que está superbién (aunque la serie fue cancelada) y que se llama El hijo bastardo y el mismísimo diablo.

El libro trata problemas de salud mental, como la depresión, mediante dos adolescentes, Violet y Finch, que se conocen cuando ambos van a suicidarse. A partir de ahí, se hacen amigos y poco a poco se enamoran. Es un resumen rápido, pero su historia es compleja, triste, maravillosa. Finch es maravilloso. Además, la novela también habla del acoso escolar o la aceptación de uno mismo, entre muchos otros temas, de una manera realista, con sus toques divertidos y originales, porque la relación entre ambos es bastante guay. Sí, Netflix también hizo la peli, pero a mí no me convenció demasiado.

Hasta que leí Tan poca vida, este libro ostentaba el primer puesto en mi lista de «Libros con los que más he llorado en mi vida». A partir de dos personajes de la mitología griega muy conocidos, Aquiles y Patroclo, la autora nos cuenta su historia de amor y de amistad de una manera maravillosa. Qué manera de escribir, qué envidia. Y qué bonito y qué triste. Aunque conozcas el mito, consigue sorprenderte y engancharte y, sobre todo, emocionarte. Estuve semanas sin poder quitarme de la cabeza a estos dos personajes.