Reseña «Amarilla», de Rebecca F. Kuang

«Escribir te da el poder de darle forma a tu propio mundo cuando el real duele demasiado».

Título: Amarilla
Título original: Yellowface
Autora: Rebecca F. Kuang
Idioma original: inglés
Traductora: Patricia Henríquez
Año de publicación: 2023
Editorial: Hidra
Género: thriller, sátira
Tags: mundo editorial, manipulación
Número de páginas: 384
Precio: 20 €

Inicio del libro:

«La noche en la que veo morir a Athena Liu estamos celebrando su acuerdo televisivo con Netflix».

¿De qué trata?:

June y Athena son escritoras y se conocen desde el primer año de universidad, pero no son amigas de verdad. Tampoco comparten el mismo éxito: Athena es una superventas y June…, bueno, no ha conseguido lo que quería con su primera novela. Así que, cuando Athena muere, a June no se le ocurre más que robarle su manuscrito, con el que va a triunfar y lograr lo que siempre ha deseado.

Vale, ¿y qué me ha parecido?:

Como dice la autora en los agradecimientos, «Amarilla es, en gran medida, una historia de terror sobre la soledad en una industria ferozmente competitiva». Y no se me ocurriría un mejor resumen que ese.

«La gente siempre describe los celos como una cosa profunda, verde y ponzoñosa. Algo infundado, hiriente, malintencionado. Pero he descubierto que los celos, para los escritores, se acercan más al miedo. Los celos son ese pico que se produce en mi ritmo cardíaco cuando veo de pasada en Twitter las noticias del éxito de Athena: otro contrato literario, nominaciones a premios, ediciones especiales o acuerdos de derechos extranjeros. Los celos son compararme constantemente con ella y salir siempre perdiendo; son entrar en pánico por no estar escribiendo o bastante bien o lo bastante rápido, por no ser nunca suficiente».

Amarilla está centrada en el mundo literario, y es muy interesante verlo desde dentro: el proceso de escritura, las editoriales, las campañas de marketing e incluso las redes sociales. Qué vende y qué no, lo que hacen las propias editoriales precisamente para que un libro vaya derechito a los primeros puestos de las listas de los más vendidos. Eso sí, conocemos esa industria pero desde la perspectiva estadounidense, donde se juega a otro nivel y las cantidades de los adelantos que se dan a los escritores son de seis y siete cifras, y tú, como escritora en España, lo lees y solo te queda reírte.

Pero hay muchas cosas en común:

«Antes de que saliera Al otro lado del sicomoro, me maté a trabajar haciendo entrevistas para blogs y pódcast, esperando que todos mis esfuerzos por hacer promoción fueran recompensados de forma proporcional por mi editorial. Pero ahora me doy cuenta de que el empeño que le ponga un escritor no tiene nada que ver con el éxito del libro. Los superventas son elegidos de antemano. Da igual lo que hagas».

En este sentido, también añade más adelante:

«Y me pregunto si esta es la última parte poco conocida de cómo funciona el mundo editorial: si los libros que pasan a ser un exitazo lo hacen porque en algún punto todos han decidido, sin motivo aparente, que esa será la novela del momento».

La autora Rebecca F. Kuang nos introduce de lleno en la parte oscura del mundo editorial. Imagen: Instagram de Kuang

Si escribes, probablemente te vas a sentir identificado con muchas de las reflexiones que comparte la protagonista (aunque, a ratos, la odies), porque, aunque reconoce que no sabría ni querría hacer otra cosa que no sea escribir, la historia no trata de la escritura como algo místico y que da solución a todos tus problemas, algo que no requiere esfuerzo. Se habla también, y mucho, del trabajo que supone, de las expectativas, del desgaste mental.

«La última vez tuve que aprender por las malas que, para la mayoría de los escritores, el día en el que tu libro sale a la venta acaba siendo una absoluta decepción. La semana previa parece que vives la cuenta atrás hacia algo grandioso, que recibirás mucha atención y obtendrás los elogios inmediatos de la crítica, que tu libro subirá como la espuma a lo más alto de las listas de ventas y que se mantendrá ahí. Pero lo cierto es que todo termina siendo un grandísimo chasco».

Amarilla trata temas muy actuales: las redes sociales, sobre todo los troles en Twitter y lo rápido que criticamos, censuramos y cancelamos a alguien; la apropiación cultural, el racismo o escribir desde el privilegio, entre muchos otros. También, sobre salud mental (ataques de pánico y ansiedad), los traumas que arrastramos e incluso esos que enterramos en lo más hondo de nuestra mente y que un buen día, de repente, salen a la superficie. Esos temas y referencias culturales (como Goodreads o Twitter, e incluso las localizaciones) hacen que la historia parezca muy real.

«Así funcionan las broncas por Twitter. Se hacen acusaciones a diestro y siniestro, las reputaciones de todo el mundo acaban destrozadas y, cuando las cosas se calman, todo continúa estando exactamente igual».

Más allá de la importancia del mundo editorial en la novela, si algo destaca en Amarilla es su protagonista: egoísta, manipuladora, pesada, de esas personas que van de víctimas y son quienes en realidad están hiriendo a los demás. Pero es divertido leer desde su perspectiva, desde el punto de vista de la que en realidad es la mala de la historia aunque ella se crea la heroína. Es un personaje para caer mal y, aun así, en ciertos momentos su discurso te envuelve de tal manera que, al menos yo, quería que se saliese con la suya. La autora consigue que te metas de cabeza en su espiral de egoísmo y ansiedad y pánico y autodestrucción.

La novela en sí es entretenida (pese a su último tercio, que se vuelve algo aburrido y repetitivo), y el lenguaje es sencillo, muy directo y acertado. El humor negro y la manera de la protagonista de contar su historia convierten a Amarilla en un libro ameno y de lectura fácil. Y aunque el plot twist final me ha decepcionado un poco, se lo perdono porque el resto está muy bien y, en general, me ha parecido bastante interesante.

Publicado por Cintia Fernández

Leo, escribo, corrijo. Y vuelta a empezar.

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