Reseña «Lo que nos queda del mundo», de Erik J. Brown

«El mundo entero se ha ido a la mierda, pero él sigue aquí. Y yo quiero quedarme con él».

Título: Lo que nos queda del mundo
Título original: All that’s left in the world
Autor: Erik J. Brown
Idioma original: inglés
Traductora: Ana Isabel Sánchez 
Año de publicación: 2022
Editorial: Salamandra
Género: distopía
Tags: posapocalipsis, LGBT+, aventuras
Número de páginas: 352
Precio: 18.95 €

Inicio del libro:

«Espero que el más allá tenga una sala de cine en la que puedas sentarte en silencio y ver la secuencia de acontecimientos que condujo a los momentos decisivos de tu vida».

¿De qué trata?:

En un futuro en el que la supergripe ha acabado con más del 70 % de la población mundial, Andrew y Jamie hacen lo que pueden para sobrevivir, cada uno por su lado. Hasta que sus caminos se cruzan: Andrew ha sido herido de gravedad y Jamie lo ayuda a recuperarse. Juntos, atravesarán miles de kilómetros buscando perdón, seguridad y una nueva vida.

Vale, ¿y qué me ha parecido?:

¡Pues me ha gustado mucho! La historia en sí, ese mundo poscapocalíptico, los personajes, los momentos divertidos y tiernos en medio de una situación terrorífica…

Los protagonistas, Andrew y Jamie, me han encantado, cada uno a su manera. Andrew es extrovertido y hablador, con muchas referencias de la cultura pop y comentarios divertidos y sarcásticos. Por el contrario, Jamie es más reservado y callado. Pero la casualidad los reúne y esas diferencias los unen.

Ser testigo de cómo dos completos extraños, que al principio temen que el otro lo mate, se unen en una situación tan extraordinaria, se hacen compañeros de viaje, amigos y terminan enamorándose ha sido bastante interesante y entrañable. El desarrollo de la relación está bien llevado, aunque a ratos te entren ganas de agarrar a ambos por los hombros, zarandearlos un poco y hacerlos espabilar (a ellos o al autor). Pero tienen 16 años y su historia de amor se desarrolla en un escenario límite, así que, al mismo tiempo, su comportamiento es bastante entendible. Esa es otra de sus bazas: resulta fácil identificarte con ellos, sentir su miedo, compartir sus reacciones.

Lo que nos queda del mundo tiene momentos divertidos y tiernos en medio de una situación terrorífica. Fotos: Cintia Fernández

La historia es muy entretenida, no dejan de pasar cosas y en todo momento quieres saber qué les ocurrirá a los protas, cómo acabará su aventura en ese mundo posapocalíptico. Un mundo que hasta antes del covid veíamos muy lejano, pero que ahora, al leer historias así, las sientes más cercanas, más reales. Así, con el viaje de Andrew y Jamie caminamos con ellos desde Pensilvania hasta el extremo sur de Florida, un recorrido en el que conocemos un poco de esa América profunda y su mentalidad homófoba y cerrada que asusta aún más que el propio apocalipsis.

Y es que, por el camino, van encontrándose con otros supervivientes, pequeños asentamientos, ciudades deshabitadas… que les hacen cambiar sus planes y objetivos, y ponen aún más difícil su supervivencia. A veces, esas constantes «zancadillas» a los protagonistas llegan a ser un poquito pesadas, y hay pequeñas tramas que se resuelven demasiado rápido. Pero, aun así, Lo que nos queda del mundo es una buena historia distópica, con dos protagonistas a los que es fácil querer, un amor juvenil y un montón de aventuras. ¡Tengo muchísimas ganas de leer la segunda parte!

Publicado por Cintia Fernández

Leo, escribo, corrijo. Y vuelta a empezar.

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