«¿Lo habría besado Gaunt de no haber sido por la guerra? Por supuesto que no; nunca se habría atrevido. Tal vez había sido un cobarde, o tal vez sencillamente había preferido mantener el corazón intacto. Tan solo podía ser tan imprudente porque sabía que moriría».

Título: In memoriam
Título original: In memoriam
Autora: Alice Winn
Idioma original: inglés
Traductor: Bruno Álvarez
Año de publicación: 2024
Editorial: Letras de Plata
Género: ficción contemporánea
Tags: primera guerra mundial, amistad, LGBT+
Número de páginas: 480
Precio: 21.50 €
Inicio del libro:
«Ellwood era prefecto, de modo que ese año tenía una habitación espléndida, con una ventana que daba a un saliente extraño del tejado. Siempre andaba encaramándose a sitios a los que no debía subirse. Aunque era a Gaunt a quien le encantaba de verdad el tejado».
¿De qué trata?:
En 1914, Henry Gaunt y Sidney Ellwood tienen diecisiete años y estudian en un idílico internado inglés, donde perciben la guerra como algo lejano. Gaunt y Ellwood están perdidamente enamorados, aunque no tengan ni idea de lo que siente el otro. Cuando Gaunt se siente obligado a alistarse en el ejército británico, Ellwood no tarda en seguirlo.
Vale, ¿y qué me ha parecido?:
Me he pasado todo el libro rezando para que acabase bien, diciéndome: «¿Por qué pensé que sería buena idea leerlo?» y temiéndome el terrible «in memoriam», porque, seamos sinceros, que los protas sean gais y participen en la Primera Guerra Mundial no presagia nada bueno, así que estás esperando a que te venga el sopapo.
Y vienen varios, así, a dos manos y sin vacilar.
Porque In memoriam es muy duro, crudo, cruel, real; la autora crea imágenes muy vívidas de la guerra, del terror de los soldados, de lo que viene después. Quizá tiene partes algo repetitivas y largas que a mí me sobraban, pero a la vez entiendo que cumplen su función: sumergirte en el horror de la guerra.
«La Conferencia de La Haya pretendía hacer la guerra más humana. Habíamos llegado a un punto en la historia en el que creíamos que era posible humanizar la guerra».

Pero no todo es dolor y horror. La autora también logra momentos bellos, pequeños resquicios por los que asomarte, coger aire y respirar, aunque te pases las 368 páginas, hasta la última, leyendo con un nudo en el estómago. La relación de Gaunt y Ellwood, enamorados desde la adolescencia sin atreverse a confesárselo al otro, luchando juntos en la guerra, es de esas épicas que te calientan el corazón y a la vez te lo arañan. «Ya sé que estás perfectamente, pero ¿estás bien de verdad?», le pregunta siempre Ellwood a Gaunt. Y es que se quieren de la mejor forma: preocupándose por el otro y cuidándolo mucho.
«Quizá preferiría que Ellwood hubiera jugado a quererme, aunque solo hubiera sido durante unas semanas, a no haber tenido nunca nada. Tengo un espacio vacío en la mente donde podrían haber estado esos recuerdos».
La gran baza de In memoriam, además de la forma de narrar de Alice Winn, son ellos: Gaunt y Ellwood son de esos personajes memorables, en los que piensas muchos días después de terminar su historia, de los que se te tatúan en la piel. Con ellos se me ha quedado una sensación muy parecida, en el mejor de los sentidos, a la que tuve con Jude, de Tan poca vida (ay, Jude, ¿por qué todo me acaba recordando a él?).
La evolución de ambos está muy bien desarrollada, y lo hacen de manera contraria: al principio, cuando todavía son estudiantes, Ellwood es risueño, encantador, feliz, mientras que Gaunt es taciturno, pesimista, cerrado en sí mismo. La guerra, por supuesto, los transforma: al primero lo cierra, al segundo lo abre. También los acerca aún más, y los separa, y los vuelve a acercar.
«Gaunt siempre lo había mirado así, como si los defectos de Ellwood fueran cualidades».

Precisamente esa primera parte de la novela, cuando todavía son dos polluelos inocentes en el colegio, tiene toques de dark academia de la que me hubiese gustado saber más y que me ha encantado. Es una época más inocente y feliz, cuando los personajes saben que la guerra está ahí, pero todavía se sienten a salvo, lejos, en contraste con el resto de la novela, más descarnada, real y terrorífica.
La autora transmite a la perfección la nostalgia de los personajes por esa época, en la que, por mucho que imaginaban, no sabían realmente lo que se les venía encima, todo lo que perderían. Ellwood lo transmite bien en una carta en la que habla sobre Gaunt: «Ojalá supiera lo que quiere. Bueno, ya sé lo que quiere. Lo mismo que todos nosotros. Pasear en barca, ir a clase y tomar algo en el pub. Que sea siempre 1912».
Otro de los detalles que más me han gustado son los versos que, de vez en cuando, Elly intercala en sus diálogos, una manera de poner en palabras lo que siente cuando él mismo no encuentra la manera de decirlo. También, ese amor de Gaunt por los autores griegos, y las conversaciones que mantienen ambos sobre estos temas. Otro pequeño resquicio por el que salir a respirar.
«Ya escribirás más poemas. No se han perdido. Tú eres la poesía».
👉 En definitiva, In memoriam es una novela cruda y realista, narrada de manera muy bella dentro del ambiente terrorífico en el que transcurre; con dos personajes memorables y una historia de amor que trasciende los años y circunstancias durísimas. Sé desde ya que va a ser una de mis mejores lecturas de 2024.
Si tienes curiosidad, puedes leer las primeras páginas de In memoriam en este enlace.
[La preciosísima ilustración de la cabecera pertenece a loafwins].

Un comentario en “Reseña «In memoriam», de Alice Winn”