Reseña «Si tú quieres bailar», de Katherine Vega

«Llevas tanto tiempo con miedo a morir que te has olvidado de vivir».

Inicio del libro:

«Te casaste demasiado joven, Micaela».

¿De qué trata?:

Tras la infidelidad de su marido, Micaela empieza a trabajar como profesora de baile en el hotel de su hermana. Nathan está allí con su mujer y su hija en unas últimas vacaciones familiares antes de divorciarse. Comprometido a que la niña pase las mejores semanas de su vida, accede a acudir con ella a las clases de salsa de Micaela.

La atracción entre Nathan y Micaela es casi instantánea, pero la situación sentimental que ambos atraviesan, la diferencia de edad y las circunstancias de cada uno no les ponen las cosas fáciles para empezar algo que, quizá, está destinado a fracasar desde el principio.

Vale, ¿y qué me ha parecido?:

Micaela Estrada y sus bailes, sus palabras cubanas, su amor por la isla, su sonrisa, su valentía y su actitud de rayito de sol son el alma de la novela; es de esos personajes que se comen a cualquier otro, a cualquier trama, y se convierten en el libro en sí. Vamos, que me he pillado de Micaela. Y, con ella, también de Nathan.

Tiene, además, una historia detrás bastante interesante. Desde que a los 18 años se casó, ha tenido que escuchar la misma cantinela: «Te casaste demasiado joven, Micaela». Con 25, tiene que darles la razón. Su marido le ha puesto los cuernos y de pronto se encuentra sin el que creía el amor de su vida, trabajo ni planes de futuro. Así que cuando su hermana le propone dar clases de salsa en el Grande Waters, no le queda otra que aceptar. Y qué bien haces, amiga, porque allí conoce a… Nathan.

Nathan es un neurocirujano quince años mayor que ella, que viste camisetas de grupos de los ochenta y Converse desgastadas, y que pasa un mes en el resort junto a su mujer, Sophie, y su hija, Evangeline, para darle a la niña unas últimas vacaciones familiares antes del divorcio.

Vamos, que la situación sentimental de Micaela y de Nathan es… complicada. Y, aun así, se encuentran y, ¡bum!, la química es instantánea, tremenda y de lo más natural. En ningún momento resulta forzada, como ocurre en otros libros en los que te repiten constantemente la atracción que sienten los personajes pero en realidad no se nota; aquí la sientes tú misma porque te quema hasta la piel.

Evangeline, la hija de Nathan, es otro de esos personajes que te encandila desde el principio. Una cría que llega al hotel apagada y sale de allí resplandeciendo como el sol de Florida. Ver esa evolución ha sido fantástico.

«Nathan le envidió esa capacidad infantil de aferrarse como un seguro de vida a las palabras de los padres».

Katherine Vega escribe de una manera muy visual y bonita, capaz de transmitirte a la perfección lo que Micaela y Nathan sienten en todo momento, incluso Evangeline o Sophie. Además, salpica la narración de palabras cubanas, gracias a Micaela, que hacen la lectura más ocurrente e interesante. En definitiva, logra una historia de esas que apetece leer, muy entretenida y divertida.

🌴 Me dejo para el final mi detalle favorito: la ambientación, en ese resort de lujo de Miami; ha sido como si yo misma estuviese allí de vacaciones. Y es que leer Si tú quieres bailar lo he sentido un poco así: vacaciones en un hotelazo, con los pies metidos en la piscina, paseos junto al mar y un cóctel con sombrillita siempre en la mano.