Reseña «La vida de las marionetas», de TJ Klune

«¿Cuáles son las normas? No separarnos. Huir si hace falta. No entretenernos. No taladrar a nadie. Y, por encima de todo, ser valientes».

Inicio del libro:

«El diminuto robot aspirador chillaba con desesperación mientras giraba en círculos concéntricos, agitando en el aire los delgaduchos brazos acabados en pinzas.
—Ay, Dios mío, ay, Dios mío, vamos a morir. ¡Dejaré de existir y no quedará más que la oscuridad!».

¿De qué trata?:

Vic vive en el bosque junto a su padre, Gio; la enfermera Ratched y Rambo. Cuando un día encuentran en unos desguaces a Hap, otro robot, las cosas empiezan a complicarse: las autoridades de la Ciudad de los Sueños Eléctricos aparecen en el bosque y se llevan a Gio, por lo que Vic y los demás harán un viaje para rescatarlo.

Vale, ¿y qué me ha parecido?:

Otro libro de TJ Klune con el que acabo llorando como una magdalena.

Y es que lo ha vuelto a hacer, leer a este autor en su faceta de cozy fantasy es para mí un acierto seguro: La casa en el mar más azul (minirreseña aquí) y Bajo la puerta de los susurros (reseña aquí) son dos de mis libros favoritos de la vida. Ojalá tener su creatividad. ¡Que me diga cuál es su secreto!

Los tres libros tienen ingredientes comunes: humor, fantasía, found family, personajes inolvidables y entrañables, representación queer, ternura y una casa que se sale de lo típico, en medio de ninguna parte. Aunque, a diferencia de Bajo la puerta de los susurros y La casa en el mar más azul, este es un pelín más adulto, un poco más oscuro y agridulce, con referencias sexuales divertidas que de primeras chocan un poco porque los dos libros anteriores son muy inocentes.

Con tintes de Pinocho, el autor mezcla ciencia ficción y fantasía en un mundo distópico donde (casi) todos son robots. Es una clara aventurita basada en «el viaje del héroe» en la que el protagonista, Vic, tiene que rescatar a su padre. Para ello, lo acompañaban sus amigos a lo largo del viaje, desde el bosque en el que viven hasta la Ciudad de los Sueños Eléctricos. Por el camino tienen dificultades, se encuentran con personajes que los ayudan, con enemigos que les ponen zancadillas, y descubren un mundo nuevo. Todo ese periplo es muy muy visual, es fácil imaginártelo como una superproducción de cualquier estudio cinematográfico.

«Notó de nuevo un dolor en el pecho, pero por motivos totalmente distintos. No le hizo falta realizar cálculos para saber qué sentía. Ya no le cabía la menor duda. Era amor».

La gran baza de este libro, como de La casa en el mar más azul y Bajo la puerta de los susurros, son sin duda sus personajes. Tenemos a Vic, el único humano del grupo, pero también a Rambo, un robot aspirador; a Ratched, una robot enfermera; a Hap y a Gio, androides… Para mí, Ratched y Rambo son los personajes más guais, el alivio cómico, entrañables a veces sin pretenderlo. Ratched es muy sarcástica y con tendencias psicópatas; Rambo, una mezcla de crío de diez años y un golden retriever. En contrapartida, Vic y Hap son un poco más planos, encargados de poner la sensatez en la historia.

Que las historias de Klune estén siempre protagonizadas por personajes LGBT+ es otra de las cosas que más me gustan de sus libros. En este caso, Vic es asexual y se enamora de un androide con características asignadas al género masculino. La evolución de su relación es preciosa y agridulce y de soltar alguna que otra lagrimita en más de una ocasión.

Si tienes curiosidad, puedes leer las primeras páginas de La vida de las marionetas en este enlace.