Has terminado de escribir tu novela o relato y quieres mandarlo a concursos y editoriales. ¡Genial! Aunque, ojo, antes toca limpiar el texto. Lo ideal es recurrir a un corrector profesional, pero si no te lo puedes permitir o quieres entregárselo lo más cuidado posible o facilitarle las cosas a quien lo reciba, te traigo diez consejos básicos y sencillitos que deberías tener en cuenta antes de enviar tu historia a cualquier sitio.
Al final del post podrás descargarte un documento en formato lista, para que puedas repasarla cada vez que lo necesites.
Diez consejos de corrección básica:
1. Texto justificado
Si mantenemos el texto alineado a la izquierda (la opción por defecto de procesadores y plataformas de escritura), las líneas terminan a diferentes alturas y los párrafos quedan descompensados por la derecha. Visualmente, da sensación de desorden. Con un solo clic, el texto quedará alineado por ambos lados.
Ten en cuenta que la parte visual es muy importante, no solo porque es la primera impresión que nos llevamos, sino porque ayuda (o entorpece) la lectura.
2. Sangría, no tabulador
Fíjate en cualquier libro, la primera línea de cada párrafo comienza un poco más metida que el resto. Esto se debe a la sangría, que, en general, es de entre 0.75 y 1.25 puntos.
Recuerda hacerlo con la opción de Sangría y no pulsando la tecla de tabulador.
3. No separar párrafos con una línea blanca
En internet, separamos los párrafos con un espacio en blanco. En novelas, no, van seguidos. Solo dejaremos una línea blanca entre escenas, para indicarle al lector que hemos cambiado de escena.
4. Salto de página
Cuando terminamos un capítulo, iniciamos el siguiente en una página nueva. Para ello, debemos usar la opción Salto de página, que nos llevará automáticamente a la nueva hoja, y no dar al botón de Intro para conseguir el espacio que queremos.
5. Raya larga para diálogos, acotaciones e incisos
Cuando hacemos diálogos, acotaciones e incisos, debemos usar la raya larga (—), no el guion (-), cualquier signo parecido o, peor, las viñetas/formato de lista de Word.
En este post puedes saber más sobre el uso de la raya larga.
6. Solo un espacio entre palabras
A veces, sin querer, cuando damos a la barra espaciadora para dejar el espacio entre palabras, lo hacemos más de una vez y conseguimos dos espacios en vez de uno. Para evitar esto, muy fácil: en el buscador de Word, mete dos espacios y te enseñará los lugares donde los has puesto.
7. Adverbios acabados en -mente
Los adverbios terminados en -mente no son un error de por sí, pero su abuso sí. Además, dificultan la lectura. La mayoría de las veces los utilizamos sin darnos cuenta y, en realidad, pocos añaden algún matiz a la frase. Si los quitamos, el significado es el mismo. También, podemos sustituirlos por otras palabras o expresiones parecidas.
Con una simple búsqueda («mente»), podremos encontrar todos los adverbios que hemos colado y ver si hemos usado muchos o pocos y valorar si son necesarios o no. Recuerda: el buscador es nuestro amigo.
8. Números
Como norma general para una novela, si un número lo podemos escribir en una o dos palabras, mejor hacerlo así que en cifras. En cambio, para números más complejos o fechas, recurriremos siempre a las cifras.
9. Cursiva, negrita y comillas
No abuses de la cursiva, la negrita, las comillas o cualquier marca diferenciadora para resaltar una palabra o frase. Por lo general, en una novela la negrita no se usa (salvo, dependiendo de la editorial, para los títulos); la cursiva, en contadas ocasiones, y las comillas, en casos concretos.
10. Frases enrevesadas, rimas y ritmo
Evita las frases y los párrafos enrevesados (esos que hay que leer varias veces para entenderlos y no perderte) y las rimas. Cuida, además, el ritmo: que sea más rápido cuando la acción avanza; que sea más lento cuando quieras que el lector se detenga en una escena, etcétera.
Te recomiendo leer el texto en voz alta: te ayudará a detectar frases largas, rimas indeseadas y un ritmo inadecuado para la narración (entre otras cosas).
🤓☝️ Un último consejo (para mí, de los más importantes): mantén la uniformidad y la coherencia, es decir, sigue el mismo criterio en todo el texto. Por ejemplo: usa siempre el mismo tipo de comillas. Las recomendadas por la RAE son las angulares o españolas («»), pero si prefieres las inglesas («»), úsalas siempre. Puede que nuestra elección no sea la más adecuada, pero al menos mantendremos la uniformidad.
👉 En este enlace puedes descargarte la check-list de las diez cosas básicas para corregir tu texto.
Cintia Fernández 