Reseña «Chica conoce chica», de Rachael Lippincott y Alyson Derrick

«Hay algo reconfortante en los libros y las historias que son más viejos que tú, esos de los que todavía se habla mucho después de que se hayan escrito o de que sus autores hayan muerto. Cuando el mundo que te rodea está en llamas, se puede encontrar cierto consuelo en algo así».

Título: Chica conoce chica
Título original: She gets the girl
Autoras: Rachael Lippincott y Alyson Derrick
Idioma original: inglés
Traductora: Elena Macian
Año de publicación: 2022
Editorial: Nube de Tinta
Género: romance
Tags: amistad, LGBT+, universidad
Número de páginas: 320

Inicio del libro:

«No hay ni una sola persona en toda la sala que no esté mirando a Natalie Ramirez».

¿De qué trata?:

Alex y Molly se conocen en una fiesta el día antes de comenzar la universidad. Pronto, Alex descubre que Molly tiene un crush tremendo con Cora, y se ofrece a ayudarla a conquistarla.

Vale, ¿y qué me ha parecido?:

Chica conoce chica es una historia muy mona y entretenida, donde Holly y Alex al principio no se caen demasiado bien, pero por intereses mutuos tienen que pasar tiempo juntos y se hacen amigas. A ver, no es una novela que me haya entusiasmado ni he cogido demasiado cariño a los personajes, sin embargo, es una lectura bonita, cómoda, y las autoras consiguen que incluso dándome un poco igual las protas, quiera que acaben juntas.

Te hablo un poco más de ellas:

Por un lado tenemos a Molly, que mantiene una estrecha relación con sus padres y su hermano Noah, sobre todo con su madre, y que ha tenido una muy mala experiencia en el instituto, donde prácticamente lo ha pasado sola. Tiene muchas expectativas puestas en la «nueva vida» que comenzará en la universidad:

«La gente siempre dice que todo mejora al llegar a la universidad y tengo que creer en ello. No es posible que no haya nada más que esto».

Y, por otro, está Alex, una chica muy segura de sí misma que liga un montón y sabe aprovecharse de su físico para conseguir lo que quiere, con una madre alcohólica de la que cuida desde su adolescencia. Para ella, la universidad es una vía de escape para alejarse. Mantiene una relación de ahora sí, ahora no con Natalie, y quiere demostrarle que es capaz de tener amigas, y no rollos, de abrirse a los demás.

«Esto es lo que quería: descubrir cómo hacer algo más que sobrevivir a duras penas. Preocuparme por mí, por una vez».

Chica conoce a chica transcurre durante el primer mes de universidad de Molly y Alex. Fotos: Cintia Fernández

Una noche coinciden en una fiesta, Alex se entera de que a Molly le gusta mucho otra chica, Cora, y se compromete a ayudarla a conquistarla. Las dos saldrían ganando, porque, si Molly empezase a salir con Cora gracias a ella, le valdría como prueba ante Natalie de que puede cambiar. Así que empiezan a pasar tiempo juntas, se conocen de verdad, y se dan cuenta de que no son tan diferentes e incompatibles como pensaban en un principio.

Si algo guay tienen los libros de estas autoras es que la orientación sexual de los personajes nunca es el conflicto de la historia, se trata con la mayor naturalidad del mundo. En el caso de Chica conoce chica, tanto Alex como Molly (y Cora) son lesbianas. Lo son, y ya está. Leer algo así es muy inspirador y emotivo.

Otra cosa que me ha gustado mucho es la ambientación de la novela, ese campus universitario en Pittsburgh (Estados Unidos), y que la historia transcurra durante la transición a la universidad, donde todo cambia y de pronto parece que tienes que ser un adulto y saber qué quieres hacer con el resto de tu vida y, en realidad, estás perdidísimo y asustado.

«—Huyes y te cierras porque no eres capaz de gestionar algo real.
—Pero no estoy huyendo. Estoy corriendo hacia algo. Eso es lo que es real».

Es el segundo libro que leo de esta pareja de escritoras (¡están casadas!), el primero fue Concédeme un deseo, una monada, y el cuarto de Lippincott (Orgullo, prejuicio, tú y yo y A dos metros de ti), y seguro que seguiré leyendo los demás.

Si tienes curiosidad, puedes leer las primeras páginas de Chica conoce chica en este enlace.

Publicado por Cintia Fernández

Leo, escribo, corrijo. Y vuelta a empezar.

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