Reseña «Amor con N», de Ana Idam

«Fue ese el momento en el que entendí su cautela haciendo todo, incluso no prestándose a besarme como en esos tres intentos que habíamos tenido. Cómo te protege con esa mesura para darte la oportunidad de escapar, con sus sonrisas y con sus besos. Contiene con ella su sed, te deja con ganas de más; ese comedimiento esconde una trampa que te avisa de que puedes huir».

Título: Amor con N
Autora: Ana Idam
Año de publicación: 2025
Editorial: autopublicado
Género: romance
Tags: slow burn, LGBT+, Roma
Número de páginas: 721
Inicio: «Cumplía nueve años. Es de los pocos recuerdos que tengo del 2005. Entre ellos estaba aquello que mi padre soltó, ese “ya era hora”, cuando legalizaron en julio de ese año el matrimonio entre personas del mismo sexo».

Hacía mucho tiempo que una historia no me enganchaba ni me obsesionaba ni me gustaba tanto. De eso que terminé el libro hace una semana en digital, y ahora que por fin lo tengo en papel, quiero releerlo ya. Cinco estrellas como cinco catedrales, vamos.

La historia de Román y Luca, los protagonistas, se desarrolla a lo largo de casi veinte años, desde que tienen 9 y 13 años, respectivamente, hasta la treintena. Precisamente esos saltos en el tiempo, esa ventana que Ana Idam nos abre cada ciertos años, durante un momento determinado de sus vidas, es unos de los detalles que más me han gustado. Somos testigos, durante dos décadas, de esa relación que se va cocinando poquito a poco: el fascinamiento de Román por el mejor amigo de su hermano; la familiaridad entre ellos; el tiempo separados; los reencuentros…

«Si todo fuera diferente, si yo lo hubiera sido, hace tiempo que él y yo seríamos nosotros».

Así, llegamos a sus veintitantos y a un viaje que hacen juntos a Roma. El viaje que cambiará sus vidas y echa a rodar, a toda velocidad, su historia. Marca el antes y el después no solo en ellos, sino en el libro. Son unos capítulos preciosos: la manera de la autora de describir cada lugar que visitan, la magia de la ciudad, los momentos entre ellos…

Y qué bien lo hace Idam, qué bien maneja la tensión entre ambos personajes, una química casi palpable que se alarga años, hasta que explota. Increíble y envidiable cómo la autora tensa y tensa y tensa la cuerda. De diez.

La historia de Román y Luca se desarrolla a lo largo de casi dos décadas. Fotos: Cintia Fernández

Tanto Román como Luca me han enamorado, absolutamente los dos, tan distintos y tan guais. Y aun siendo tan diferentes, aun actuando de formas tan distintas, es fácil entenderlos a ambos. Es inevitable posicionarte a favor de uno, hasta que conoces el contrapunto del otro y se equilibra la balanza.

Aunque reconozco que Román es mi favorito: fascinado por Luca desde crío, sinvergüenza, valiente, sin pelos en la lengua, atrevido, con un corazón gigante aunque a veces trate de esconderlo y ese dolor al no ser «elegido» por Luca («Volvía a no elegirme», mi pobre). Y luego tenemos a Luca, más comedido, callado, contenido («Luca se esconde en sus silencios»), que por lealtad a su mejor amigo y miedo a perder a quienes considera su familia, no se atreve a dejarse llevar y hacer lo que realmente quiere: estar con Román.

«Ha sido una sonrisa de pedrea, una jodida sonrisa de pedrea. Esa que descubrí el día de mi veintitrés cumpleaños. Cuando veo a Luca sonreír, que no lo hace muy a menudo o no de manera real, es como si me tocaran trescientos euros en la lotería de Navidad otra vez».

La naturalidad de los diálogos, de la narración, de los personajes, de las situaciones, es otra de esas cosas que me han encantado: Román y Luca son dos chicos de veintitantos en la actualidad, y se nota en todo lo que dicen y hacen.

A destacar también las escenas de sexo, superbién escritas, intensas, reales, equilibradas, que no se hacen pesadas ni que estén metidas porque sí. Encajan en la historia, en su historia, a la perfección, y nos ayudan a entenderlos mejor.

👉 En definitiva, Amor con N es una historia a fuego lento, con muchísima tensión manejada a la perfección, dos personajes muy diferentes entre sí con una química increíble, una narración y unos diálogos naturales y realistas, un viaje a Roma precioso y 700 páginas que se leen como si fuesen 200 y ojalá 700 más.

Publicado por Cintia Fernández

Leo, escribo, corrijo. Y vuelta a empezar.

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