Reseña «La mala costumbre», de Alana S. Portero

Qué barbaridad de novela, en el mejor de los sentidos. En el mejor. Siempre me pasa que, cuando algo me gusta mucho, no sé encontrar las palabras para transmitirlo. Me ocurre con «La mala costumbre». Escribo esto con la cara acartonada después de llorar, con el corazón lleno y los dedos cosquilleándome porque este libro es pura inspiración y pura esperanza y también un navajazo en el estómago y una tristeza inmensa.

Reseña «Deja de decir mentiras», de Philippe Besson

Me ha pasado un poco como con «Tan poca vida», de Hanya Yanagihara: que bastantes días después de acabarlo sigo pensando en la novela en sí, pero sobre todo en uno de los personajes. Porque aunque el protagonista de la historia es Philippe, quien la cuenta, para mí el verdadero personaje principal es Thomas. Thomas, que no solo es literalmente real, sino que, por las pinceladas que te cuenta de él el narrador, por lo (poco) que lo vemos, se adueña de la historia.

Reseña «Conversaciones contigo», de Claire Daverley

«Conversaciones contigo» es belleza y melancolía. Belleza por la manera tan bonita que tiene la autora de narrar incluso los detalles más mundanos («la mañana se derrama por debajo de las cortinas»), y melancolía porque la historia está empapada de ella desde la primera frase hasta el punto final.

Reseña «Bajo la puerta de los susurros», de T. J. Klune

Como he leído por ahí, Bajo la puerta de los susurros «te hace mierda pero después viene y te da un besito en la frente», y, mira, SÍ. Se va derechito a mi lista de favoritos no solo de 2023, sino de la vida. Cinco estrellas o cincuenta. El berrinche que me he pillado y lo precioso que es… El amor en forma de libro. Una maravilla, vamos.

Reseña «La Nueva Vida», de Tom Crewe

El autor, Tom Crewe, también historiador, ha partido de unas personas reales (John Addington Symonds y Havelock Ellis) y unos hechos reales (la publicación del libro «La inversión sexual», la condena a Oscar Wilde por homosexual y el contexto en el que se creó), y ha escrito su propia historia. Es decir, ha tomado elementos verídicos para escribir esta ficción libremente (la realidad era muchísimo peor: el John real defendía la pederastia; Henry/Havelock, la eugenesia).