Reseña «El verano en que llegaron los lobos», de Patricia García-Rojo

El toque fantástico está metido de una manera tan realista que en ningún momento dudas de que sea verdad: asumes que en ese pequeño pueblo, y en los cercanos, e incluso en la ciudad a la que quiere ir Ana a estudiar, las personas se convierten en animales y que es lo más natural del mundo. Las metáforas que esconden esas transformaciones, esas ganas de echar a volar, ese último viaje al morir, ese miedo a ser diferente, son preciosas.