Reseña «Siempre será diciembre», de Wendy Davies

—¿Crees que algún día dejará de doler?
—Creo que dolerá siempre.

Título: Siempre será diciembre
Autora: Wendy Davies
Año de publicación: 2017
Editorial: Ediciones SM
Género: romántica
Tags: duelo, familia
Número de páginas: 312
Inicio: «Tengo muchos secretos.
Los secretos me tienen a mí.
Soy un secreto.
La chica de los secretos.
O, para algunos, el chico de los secretos.
Ya no importa».

Si solo pudiese describir este libro con una palabra sería «dolor». El que sienten todos los personajes, el que se transmite en cada página, el que te acompaña al leer. Y es que las autoras (Wendy Davies es el seudónimo de Fátima Embark y Merche Murillo) reflejan muy muy bien la tristeza devastadora ante una muerte como la que ocurre en Siempre será diciembre.

Una muerte como la de Sam.

Los años seguirán pasando y él se quedará ahí, encerrado en Pashpoire, hundido en las profundidades del mar, atado a sus dieciocho años.

La pérdida, la nostalgia, la congoja, ese hueco en el pecho, la falta de aire al pensar en que esa otra persona ya no está es algo casi palpable. La narración, desde la primerísima página hasta la última, es intensa y desgarradora, muy bella, muy sentida, muy emocionante.

La historia arranca con un recorte de periódico: Sam, un chaval de dieciocho años de Pashpoire, en Estados Unidos, ha muerto ahogado tras caer por un acantilado. Al instante, su mejor amigo, Jay, se convierte a ojos del pueblo en el principal sospechoso. No así para Sam(antha), la melliza del chico muerto, quien pronto encuentra en Jay cierto consuelo porque sabe exactamente por lo que ella está pasando: ve reflejado en él su propio dolor.

Jay asiente y apoya la cabeza sobre mi hombro. Sé que está llorando porque noto cómo se me humedece la camiseta y yo también estoy llorando y no sé cuánto tiempo nos quedamos así. No quiero que termine. No quiero dejar de llorar, no quiero que Jay deje de llorar. Porque mientras lloramos lo mantenemos vivo, los recuerdos regresan, la tierra deja de cubrir un cuerpo inerte, Sam inicia el ascenso desde el fondo del acantilado y todo vuelve a su sitio.

Así, tenemos una hermana y un amigo destrozados, una familia partida en dos, un pueblo que habla y juzga sin saber realmente lo que ha ocurrido y la duda de saber qué pasó aquella noche en el acantilado.

La historia nos la cuentan Sam(antha) y Jay de una manera bastante curiosa: los capítulos de ella se dirigen directamente al lector, ella se dirige directamente a ti, de tú a tú; en cambio, en los de Jay, él le habla a Sam.

Siempre será diciembre ganó el premio Gran Angular, de la Fundación SM, en 2017.

Como decía, en la primera página ya sabemos que Sam ha muerto y, aun así, se adueña de la novela. Es el protagonista que, sin estar presente, está todo el tiempo, en cada frase, en cada escena. Sam es un personaje (una persona) con muchas capas, que esconde secretos, que actúa mal, que la mayoría de las veces no trata bien a los demás, que tiene miedo, que se va muy joven. Me habría encantado (y subrayo encantado con fluorescentes de mil colores) una historia, en un universo paralelo, protagonizada por él y por Jay. Me hubiese encantado verlo vivo.

Sam no era dulce, ni amable, ni siquiera era un ejemplo a seguir. Era todo eso de lo que tendrías que huir. Pero también era vida. Leal. Sincero. Era una granada a la que le han quitado la anilla y no le importaba inmolarse por aquello en lo que creía. Se tomaba la vida como si fuera una carretera torcida y la cruzaba a toda velocidad, siempre al borde del precipicio, y cuantos más heridos dejaba a su paso, mejor.

La situación familiar de Samantha —el abandono de la madre, el desapego de su padre— y sobre todo sus hermanos son pilar fundamental de la historia. Cada uno lidia como puede, a su manera, con la muerte de Sam, cuando todavía tratan de superar la marcha de su madre. Es muy interesante ver las reacciones tan diferentes de cada uno ante la misma situación: Josh, el pequeño; Luke y Simon, el mayor, se enfrentan a una nueva realidad en la que Samantha no encuentra su lugar.

Pero no solo ella tiene que lidiar con algo más que la muerte de Sam (¡como si fuera poco!), Jay también tiene su mochila: un padre que de vez en cuando se marcha, una especie de relación con la novia de su hermano, la acusación de haber empujado por el acantilado a su mejor amigo…

Estoy delante de tu tumba y me entra la risa al pensar en lo que me dirías si me vieras aquí. Pero prefiero no ir al acantilado. Demasiados recuerdos. Además, allí tampoco estás. En realidad, podría quedarme quieto en cualquier parte y sería lo mismo. Tú ya no estás aquí, aunque siga hablándote. Estás donde quiero que estés, donde yo estoy y a donde yo me vaya.

Si has leído más libros de Fátima Embark, es fácil entreverla no solo en la preciosa y emotiva narración, sino también en algunos de los elementos que componen la historia: el peso de la relación de los hermanos, un pueblo como escenario principal, personajes reales

👉 En definitiva, Siempre será diciembre es una historia dolorosa, intensa y emotiva, narrada a dos veces de una manera bellísima y muy peculiar: de tú a tú, por una parte, y del narrador a su amigo muerto, por otra. Merecidísima ganadora del premio Gran Angular 2017.

Publicado por Cintia Fernández

Leo, escribo, corrijo. Y vuelta a empezar.

4 comentarios sobre “Reseña «Siempre será diciembre», de Wendy Davies

  1. Aquí estoy, entre la lagrimilla y una sonrisa tremenda. Qué bonito escribes. Es que dan ganas de coger el libro y empezar a leer (que yo diga eso suena feo, ya 🙈🙈). No sabes lo que me alegra que te haya gustado, pero me alegra más que me hayas reconocido ahí. Me pasó al releerlo como simple lectora, y fue maravilloso saber que voy dando pasitos, pero siempre contando las cosas como más me gusta hacerlo. Ser fiel y todo eso, ya sabes. Gracias por TODO, bonita. Nunca me cansaré de dártelas 🥹🥹🫂🫂

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    1. Jo, qué ilusión que te haya gustado, de verdad. 🥹❤️ Ha sido muy guay, aunque ya hayan pasado unos cuantos años y hayas evolucionado, ver un poco de ti en el libro; la esencia está ahí, los elementos que te gustan, tu forma de ver y narrar. 🫂🫂🫂

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  2. Ya tenía muchísimas ganas de leer esta novela, la tengo superpendiente, y con esta preciosidad de reseña se me han multiplicado por mil. Todos los libros que he leído de Fátima me han encantado. Escribe precioso y sabe transmitir emociones con una sensibilidad que te llega al alma. Estoy deseando descubrir y sentir esta historia también. 🥹❤️

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    1. Es una lectura que no engaña: desde el inicio hasta el final es muy dolorosa, pero al mismo tiempo está tan bien escrito, transmite tantísimo (¡la magia de transmitir de Fati!) que merece la pena (y nunca mejor dicho). ❤️

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